viernes, 12 de noviembre de 2010

Mark Strand

ALIENTO

Cuando los veas
diles que sigo aquí,
que una pierna me sostiene y otra anda en las nubes,
que es el único modo,

que las mentiras que les cuento no son las mentiras
que me cuento,
que por estar aquí y allí
soy ya casi horizonte,

que como el sol sale y se oculta sé cuál es mi sitio,
que es el aliento lo que me salva,
que hasta las sílabas forzadas del ocaso son aliento,
que si el cuerpo es un sepulcro es también un depósito de aliento,

que el aliento es un espejo empañado por palabras,
que el aliento es lo que queda del grito de socorro
al adentrarse en el oído del extraño
y sobrevive mucho tiempo a la palabra,

que aliento es otra vez principio, que toda resistencia
se desprende de él como el sentido se desprende
de la vida, como la oscuridad se desprende de la luz,
que aliento es lo que les doy cuando les envío mi amor.


                                               Mark Strand
                                               Traducción de Abraham Gragera

3 comentarios:

  1. Que buen poema. Echo falta referencias al libro donde aparece, o la versión original. Creo que soy el único que todavía no lo ha leído, me recuerda a tantos poemas...

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  2. Jorge, lo saqué de una antología, "New selected poems" (Alfred A. Knop ed.); no recuerdo ahora a qué libro pertenece, pero te lo digo dentro de unos días. Mi versión es un poco libre. Tienes otras más literales por Octavio Paz, en "Versiones y diversiones" (Galaxia Gutenberg), por Eduardo Chirinos, en "Sólo una canción" (Pre-Textos) y por Julián Jiménez Hefernan, en "Aliento" (Cuatro Estaciones).

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