miércoles, 16 de febrero de 2011

Joan Vinyoli

LA MEDIDA DE UN HOMBRE

Bien mirado, los días
de juventud valen mucho
como para no darles alto precio.
Si fueron ricos de acción
y de fuego y disponibles
para todo
              -una noche estrellada
no la desdeñes, no es menos valiosa
que los yermos surcados por la muerte.
                                                           Si fuiste
reserva, soledad, fracaso, anhelo
de la chispa que enciende todo el bosque,
                                                               y no sólo
un avaro proyecto de ganancias
de hipócrita dominio,
                               sobre todo si fuiste
puro en lo puro, diré que has conseguido
la medida de un hombre.


ALGUIEN ME HA LLAMADO

Yo no soy más que un árbol que se alejó del bosque
llamado por la voz de un hondo mar.
Solo, cerca del mar, he consagrado mis hojas a los vientos
que abandonan la orilla.
Mis raíces no saben cómo ahondar en la tierra y sostenerme
y por las hojas bebo soledad.
Por eso vago siempre
bajo el silencio de las constelaciones
de tantas altas noches de increíble riqueza.

Pero de golpe las noches se iluminan
con palabras en llamas,
vuelve la voz, la voz, nocturna siempre, del mar
llamándome tan sólo, llamándome.

Poseía los campos, la brasa de la tarde,
pero ahora soy oído y paso insomnes.


                                  Joan Vinyoli
                                  Traducción de Carlos Marzal y Enric Sòria

7 comentarios:

  1. los dias de juventud, nos deja ese fuego que miramos con nostalgia, pero de momento apreciamos mucho más SER PURO EN LO PURO...

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  2. qué imágenes!gracias...por las hojas bebo soledad.y dentro de esa soledad conseguimos la medida del hombre.

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    besoss

    Catherine

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