lunes, 13 de junio de 2011

Les Murray

POESÍA Y RELIGIÓN

Las religiones son poemas. Hacen confluir
nuestra vigilia y nuestros sueños, nuestras emociones,
instintos, nuestros gestos innatos, nuestro aliento

en el único todo concebible: la poesía.
Nada de lo dicho fue soñado más allá de las palabras
y nada es verdadero hasta que no figura en ellas.

Un poema, al lado de una religión organizada,
es como la breve noche de bodas de un soldado,
por la que ha de vivir y de morir. Pero esta es una pobre religión.

La plena religión es el poema largo que amorosamente se repite:
como cualquier poema, ha de ser completo, inagotable,
con giros que nos hagan preguntarnos ¿por qué hizo esto el poeta?

No se puede rezar una mentira, dijo Huckleberry Finn:
no se puede poetizar con otra. Es el mismo espejo:
mudable, oblicuo, que llamamos poesía,

y que una vez centrado, llamamos religión,
y dios es la poesía atrapada en cualquier religión,
atrapada, no presa: atrapada como en un espejo

que él atrae, siendo en el mundo lo que la poesía
es al poema, una ley contra su clausura.
Siempre habrá religión en torno mientras haya poesía

o mientras falte. Ambas son un don, e intermitentes,
como el vuelo de esos pájaros –palomas moñudas, rosellas multicolor-
que cierran las alas, las baten, y las cierran de nuevo.


                                          Les Murray
                                          Traducción de Abraham Gragera

1 comentario:

  1. "es el único todo concebible"

    yo pensaba que en el todo hay un silencio de huella

    religión y poesía, que raro,

    no conocía este poema, gracias

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