Tras las cosas sencillas me oculto para que me encontréis;
si no me encontráis, encontraréis las cosas,
tocaréis lo que tocó mi mano,
las huellas de nuestras manos se unirán.
La luna de agosto brilla en la cocina
como una olla de estaño (ocurre así también por lo que digo)
alumbra la casa desierta y su silencio arrodillado…
el silencio está siempre de rodillas.
Cada palabra es un camino
hacia un encuentro a menudo frustrado,
y es palabra verdadera, mientras insiste en el encuentro.
SEÑALES
Si sabe que lo observan desde una ventana,
*
SEÑALES
Si sabe que lo observan desde una ventana,
cómo puede moverse de un modo tan bello, tan sencillo…
Quiero aprender en qué consiste tal simplicidad.
Bajo la persiana, me miro en el espejo.
Un orificio en la frente me lo impide.
*
No preguntes hasta cuándo durará… no durará; otros toman las decisiones.
Pon la mesa al revés; apaga la luz. El espejo
está lleno de orificios de bala. No mires a través.
Miraré –dijo el otro- por esos orificios.
Veré mi rostro robado otra vez, intacto.
Yannis Ritsos
Traducción del inglés de Abraham Gragera
Gracias por publicar tan frecuentemente. Desde Londres, cansada del inglés, agradezco que traduzcan por mí.
ResponderEliminarTambién yo necesito la feliz precariedad del detalle.
Un saludo.
Gracias a ti por comentar tan frecuentemente. Me alegra mucho que te guste el blog. Visitaré el tuyo con calma.
ResponderEliminarSaludos.
GRACIAS por seguir publicando.
ResponderEliminarsiempre he buscado la belleza en lo más simple,y de nuevo,gracias por estos dos poemas q me han hecho disfrutar, como si viera una pequeña hormiga dirigiéndose, sin ninguna duda,por su camino predestinado.
gracias por las traducciones, se disfrutan como originales, te conocí por tu traducción del libro de Ararat de Glück por lo que no sabría cómo darte las gracias -no sólo por la traducción sino por descubrírmela, a mí y a varios amigos-, acabo de conseguir Las siete edades, a ver qué tal... En serio gracias,
ResponderEliminarAlberto
Muchas gracias a ti, Alberto. Me alegran mucho tus palabras. "Las siete edades", y la traducción de Mirta Rosenberg, es un libro estupendo, el mejor de Glück para mi gusto junto con "Averno", que saldrá el próximo otoño traducido por mí y por Ruth Miguel.
ResponderEliminarGracias otra vez y bienvenido al blog.
Hermoso Ritsos, me gusta tanto, y Karyotakis y Seferis y Dikteos, y sus apellidos y sus nombres, con tantas "k" que los hacen sonar como puentes que se levantan para que pase un barco o como ramitas que se parten.
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