sábado, 11 de septiembre de 2010

Zbigniew Herbert

SOBRE LAS DOS PIERNAS DEL SEÑOR COGITO

La izquierda es normal
podría decirse que optimista
un poco pues se queda corta
chica mala
con músculos trenzados
y una bien moldeada pantorrilla

la derecha
-Señor ten piedad-
escuálida
con dos marcas
una a lo largo del tendón de Aquiles
la otra oval
de un rosa pálido
un innoble recuerdo de ahuecar el ala

la izquierda
adicta a los brincos
al ballet
demasiado encariñada con la vida
para exponerse a riesgo alguno

la derecha
noblemente rígida
burlándose de los peligros

y así
sobre ambas piernas
la izquierda parecida a Sancho Panza
y la derecha
con vocación de caballero andante
el señor Cogito
recorre
el mundo
titubeando un poco


El SEÑOR COGITO Y LA IMAGINACIÓN

1

El señor Cogito no se ha fiado nunca
de las trampas de la imaginación

el piano en la cima de los Alpes
suena engañoso a su entender

nunca prestó atención a laberintos
la esfinge lo colmó de repugnancia

vivía en un hogar sin sótano
libre de espejos o dialécticas

junglas de imágenes enmarañadas
jamás crecieron en su territorio

rara vez se dejó arrebatar
por las alas de una metáfora

se sumergió como Ícaro luego
en los brazos de la Gran Madre

él adoraba las tautologías
las aclaraciones
idem per idem

un pájaro es un pájaro
la esclavitud esclavitud
un cuchillo un cuchillo
muerte la muerte

amó
un horizonte plano
una línea recta
la gravedad del mundo

2

El señor Cogito
será incluido
en la categoría minores

recibirá sin inmutarse el veredicto
de los hombres de letras

él usó la imaginación
con propósitos del todo diferentes
quiso hacer de ella un instrumento
de compasión

anheló comprender del todo

-la noche de Pascal
-la naturaleza de un diamante
-la cólera de Aquiles
-la melancolía de los profetas
-la furia de las masas asesinas
-los sueños de María Estuardo
-el temor de los Neandertales
-la desesperación de los últimos aztecas
-la larga agonía de Nietzsche
-el gozo del artista de Lascaux
-el auge y decadencia de un roble
-el auge y decadencia de Roma

para resucitar a los muertos
y mantener el pacto

la imaginación del señor Cogito
oscila como un péndulo

pasa con una precisión magnífica
de un sufrimiento a otro sufrimiento

no hay en ella lugar
para poéticos fuegos de artificio

él quiere ser fiel
a la claridad incierta


                                   Zbigniew Herbert
                                   Traducción del inglés de Abraham Gragera


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