lunes, 1 de noviembre de 2010

Yehuda Amijai

LA PIEDRA DEL AMÉN

En mi escritorio hay una piedra con la inscripción “Amén”,
un trozo triangular de piedra de un cementerio judío arrasado
hace generaciones. Los otros fragmentos, incontables,
fueron diseminados atropelladamente, y una gran añoranza,
un anhelo infinito, los poseyó:
el primer nombre busca su apellido, la fecha de la muerte
el lugar donde el muerto nació, el nombre del hijo
el nombre de su padre, la fecha de nacimiento reunirse con el alma
que desea descansar en paz. Y hasta que no se encuentren
los unos a los otros, no hallarán esa paz.
Sólo esta piedra yace en calma sobre mi escritorio y dice “Amén”.
Pero ahora los pedazos son recogidos con amor y ternura
por un triste buen hombre. Les limpia cada mácula, uno a uno
los fotografía, los coloca en el suelo
de la sala, completa cada lápida otra vez
y otra vez: trozo a trozo,
como la resurrección de los muertos, un mosaico,
un rompecabezas. Un juego infantil.


                                   Yehuda Amijai
                                   Traducción del inglés de Abraham Gragera

1 comentario:

  1. abraham,
    te escribo para contarte de un poema "cubo",
    del blog de maria gonzález;
    loschapinesrojos.blogspot.com

    abrazo,

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